En Ecuador se realiza cada año el Conteo Navideño de aves en diferentes lugares del país, dando un total de 21 rutas oficiales establecidas. Sin embargo, el 2020, un año diferente, con un virus pandémico a nivel global, se han sumado nuevos destinos como ediciones preliminares de conteos de aves, siendo el Valle del Quijos uno de los nuevos sitios en adherirse a esta actividad que promueve mucho más que la valiosa conservación, la alianza bi-cantonal de Quijos y El Chaco fue de vital importancia en su ejecución y así lograr resultados fabulosos.
La Historia del Conteo Navideño
El conteo navideño de aves no siempre fue lo que es hoy en día, actualmente, consiste en vivir una inmersión en rutas distribuidas a nivel mundial para avistar a estas hermosas especies emplumadas de colores y hábitos propios de cada circunstancia, familia o época del año. Tampoco tenía fines de investigación o récord en número de especies existentes para su análisis, educación y conservación.
Al contrario, era una cacería celebrada en época navideña llamada Christmas «Side hunt». Esta actividad tenía como objetivo cazar a la mayor cantidad posible de aves, hasta que por iniciativa del famoso ornitólogo Frank M. Chapman quien le dio un giro muy consciente al proponerlo como un proyecto de ciencia ciudadana que inició en el año de 1900, resultando en un cambio importante: de la depredación, a la conservación.
El Conteo Navideño 2021 en Ecuador
La organización de éste evento no fue fácil, ni rápida, pero sí efectiva. Empezó en septiembre del 2020 con un sueño que necesitaba mucho apoyo y siendo una iniciativa independiente, también mucha fe y compromiso.
Cuando se realizó la convocatoria para el estudio previo de trazado de trayectos, la hermandad pajarera distribuida en diferentes rincones del Ecuador no se hizo esperar, fueron meses de reuniones, varias visitas de especialistas, socialización con los pobladores mismos que serían los guías locales al abrir las puertas de sus fincas, muchos intentos de golpear puertas, reconocimientos de rutas, medición de perímetros, y entre otros detalles visibles y no visibles, muchas horas de planificación, para finalmente oficializar las fechas del Conteo Navideño a realizarse por primera vez en enero del 2021.
Valle del Quijos y su biodiversidad en pleno triángulo de fuego
Ecuador es considerado uno de los 17 países megadiversos del mundo, lo cual le pone en ventaja cuando hablamos de avistamiento de aves.
El Valle del Quijos al estar ubicado en una zona en la que confluyen tres áreas naturales: Parque Nacional Cayambe-Coca, Reserva de Biósfera Sumaco (parte del Parque Nacional Sumaco) y la Reserva Ecológica Antisana, razón por la cual recibe la denominación del triángulo de fuego, es un privilegio que lo convierte en un paraíso con las condiciones ideales para albergar una biodiversidad única y abundante.
El día de la inauguración finalmente, llegó!
¡Qué manera tan positiva de iniciar el 2021!
Aunque han sido meses de planificación y espera, llegó el tan ansiado 8 de enero. Con él 45 participantes de diferentes lugares del Ecuador que se unieron a los 59 participantes, pobladores del Valle del Quijos, pues la organización fue muy estricta y responsable en relación a la bio-seguridad de todos los asistentes. Es importante destacar la participación de especialistas en avistamiento de aves, invitados especiales para ofrecer sus conocimientos en charlas magistrales como parte de la organización, con reconocidos personajes del ámbito como: el Biólogo Gonzalo Nazati quien lideró el Taller de ilustración científica y naturalista, el Magister Manuel Espinosa con su charla magistral «Las Aves y la Humanidad», el Magister Oswaldo Ponce, con su charla magistral «Aves de la Mitad del Mundo» y la presentación de su libro interactivo con el mismo nombre, además del Ingeniero Luis Salagaje que explicó con solvencia y de forma ilustrativa el «Uso de la plataforma E-Bird, una herramienta muy útil en la observación y registro de Aves».
El tiempo pasó muy rápido y aproveché todos y cada uno de los segundos del evento, fui invitada para ser parte de la inauguración. Apenas se abrieron las inscripciones, no dudé en asegurar mi cupo para participar en el conteo. Mi participación fue breve durante el primer día, pero con un sentido mensaje como representante de la Organización Mundial de Periodismo Turístico en Ecuador y aproveché cada segundo de éste evento histórico que convocó a la conciencia conservacionista de sus visitantes y lugareños.
2020 Un año de grandes sueños
El comité Organizador estuvo conformado por dignidades de los Cantones El Chaco y el Quijos, demostrando un despliegue de compromiso por parte de los Gobiernos Autónomos Descentralizados de: Borja, Sumaco, Sardinas, El Chaco, Quijos y voluntarios de la Sociedad Civil. Aunque el trabajo previo arduo, lo ejecutaron de manera eficaz en las fechas señaladas, en los lugares a desarrollarse el conteo, como: medidas y protocolos de bio-seguridad durante y antes del evento, limpieza, desinfección y adecuación de espacios a utilizarse, disposición de box lunch para todos los involucrados.
En lo que respecta a la Sociedad Civil como voluntarios apasionados por el aviturismo y la conservación es importante destacar el activismo de personas como Sandra Morocho, Luis Salagaje, Víctor Manitio, Jonathan Camino, Mauro Brito y Josselyn Zapata, pues al ser en su mayor parte lugareños y conocedores del ámbito pajarero, son los más interesados en promover una alternativa no extractivista que presente oficialmente resultados cualitativos y cuantitativos durante el Conteo Navideño de Aves Quijos – El Chaco, edición preliminar; estas personas apasionadas, estuvieron al frente de la coordinación general y un desempeño muy profesional en segmentos como: diseño previo del proyecto, autogestión, convocatoria para evento, charlas magistrales y concurso de dibujo, levantamiento de la línea base para diseño de rutas, asignación de líderes y guías locales, inscripciones en línea, distribución de rutas, levantamiento científico de la línea base y listas madre, compilación de resultados, comunicación en medios, coordinación de hospedaje, transporte, alimentación de líderes de ruta del Cantón Quijos, elaboración y presentación de informes, compilación de resultados, registro de participantes, elaboración de camisetas, mascarillas y banderines para rutas, coordinación de box lunch por ruta, apoyo logístico para eventos, componente digital para marketing en línea, redes sociales y apoyo audiovisual.
Este resumido artículo no es suficiente para contarles al detalle, toda la experiencia que disfruté durante tres días de pajareo, sin embargo pude apreciar que el trabajo de campo conllevó mucho esfuerzo, tiempo y energía de varios meses previos para conseguir un éxito rotundo del que fuimos testigos y beneficiados, al igual que los asistentes, invitados y participantes.
Se respiraba en el ambiente a nivel general, una satisfacción enorme no solo por la calidez de la gente sino por la sincronía total en cada una de las actividades que se realizaron y de las que fuimos parte. Es verdad que fue un primer evento como edición preliminar pero sirvió como evidencia de que es posible organizarlo de una forma conjunta entre la empresa pública y privada, al unir fuerzas con un objetivo común.
¡Que empiece el conteo!
El tan esperado día del conteo de aves, edición preliminar en el evento bicantonal El Chaco – Quijos, nos llenó de alegría, expectativa y aún sabiendo que empezaríamos muy temprano, era difícil controlar la emoción que provocan las experiencias nuevas, el recorrer parajes desconocidos aunque bellísimos, en el caso de la ruta en la que estuve designada, conocí a Linda Escorza, Guía local y anfitriona de la ruta, era la primera vez que ella recibía personas para realizar identificación de aves de manera oficial, pues durante el proceso de organización, fue necesario medir y evaluar su finca a nivel de territorio y biodiversidad, en su caso y el de su esposo, Orlando, debutaron como pajareros en éste histórico conteo, edición preliminar, fue novedad y a la vez les llenó de emoción su participación directa, el ser anfitriones de conservación en su propia finca, lo especial es que toda su vida como finqueros, su actividad productiva siempre fue la ganadería.
Me desperté a las 03:30 de la mañana, para estar lista por completo y esperar con alegría que el grupo del que sería parte, me recogiera del alojamiento en el que estaba, honestamente les digo, la organización fue una sincronía total. Me sentí muy afortunada pues mi equipo de conteo tuvo como Líder de ruta a Sandra Morocho, Guía de turismo, pajarera, organizadora del evento, lugareña y además mi amiga, que más podía pedir, sólo disfrutar y colaborar de todas las formas posibles durante este proceso importante para todos!
Llegamos a la Finca de Linda quien nos esperaba junto a su esposo, Orlando. Todos con ganas de empezar, así lo hicimos, comimos un poco de todo lo que tuvimos en un muy nutrido box lunch y guardamos en las mochilas provisiones para el resto del día, agua y elementos como: binoculares, telescopio, listado para registro, esfero, cambio de zapatos a botas de agua, y lo más importante, ojos y oídos agudos.
a Finca de Linda y Orlando ¡un recorrido que nos tocó el alma!
Cuando llegamos al inicio de la Ruta: Anillo Vial Linares – Sumaco, y conocí por primera vez a Linda y Orlando, finqueros dueños del lugar que recorreríamos para el conteo, empezamos por presentarnos y agradecerles su hospitalidad para hacer de su finca un recorrido de aviturismo, y comentamos de manera breve que esta actividad es una alternativa sostenible en un paraíso como el que poseen, sin más comenzamos a caminar, sin saber cómo se desarrollaría esta dinámica social durante las casi 8 horas de recorrido en una actividad que era nueva para ambos.
Desde el inicio se evidenció en Linda su interés por aprender y no perderse ninguno de los detalles que anotaba en su cuaderno, preguntó en voz baja todo lo que con asombro era un descubrimiento, pues llevaba nota de todo, con mucho cuidado para no equivocarse, y en el caso de Orlando, quien convirtió al telescopio en una extensión de su cuerpo, disfrutó como un niño con juguete nuevo el poder ver a las aves tan de cerca habiéndolas visto y escuchado siempre de lejos, los pajareros del equipo, Sandra Morocho, Manuel Espinosa, Amaru Espinosa, fueron muy profesionales al momento de pajarear con los equipos que tenían a su haber, binoculares, parlante, y por supuesto oídos y ojos aguzados, pero sobre todo por su experiencia en identificación de sonidos, tamaños, comportamientos, hábitat, en fin detalles importantes de aves, que nos mostraron el mundo de los pajareros de forma efectiva ¡gracias por eso!
En mi caso era la primera vez que pajareaba en un conteo de aves, así que me encargué de registrar las especies que íbamos identificando con sonidos y a través de la visualización, fue un equipo complementario, nos apoyamos con miradas pues el silencio era imprescindible, y con señales para comunicarnos sin hacer ruido, mi labor tomar nota de las especies avistadas, el número de cada una y disfrutar del paraíso que tenía a mi alrededor con mis nuevos amigos de pajareo.
Sin darnos cuenta habíamos recorrido la finca de Linda y Orlando, en la que por varias ocasiones casi nos enterramos de lodo hasta las rodillas pero como saben la unión hace la fuerza y cuando nos resbalamos también nos reímos y continuamos. Linda me contó que había crecido en el campo y que ahora trabajaba en la ciudad, y que daría todo, por volver a vivir en la finca con sus hijos. Orlando en cambio me contó cómo era la vida de ganadero, tenía sus vacas y toros perfectamente identificados, incluso a uno de ellos lo había nombrado Kevin, decía que esto de las aves aunque era nuevo para él, le interesaba mucho aprender.
En mi memoria aún tengo latente sus ojos bien abiertos y además taparse la boca para no gritar de la emoción, cuando al aprender a observar a través del telescopio, lograron divisar claramente, los colores y los detalles de cada una de las aves, pues nunca lo habían hecho de esa forma, y eso nos emocionó mucho a todos, principalmente a Linda y a Orlando, pues como nunca, sentían orgullo de que tan hermosos seres emplumados vivían en su finca y aunque los habían visto o escuchado antes, era la primera vez que lo hacían de esa manera ¡ese día fue perfecto!
La frase de Linda se convirtió en emblema del conteo, pues previamente dijo: «Si ustedes me hubieran propuesto hace dos meses la alternativa del aviturismo, no hubiera talado mi bosque, pues no sabía que ésta opción era posible».
Mientras seguíamos caminando en las primeras horas del recorrido, tanto Linda como Orlando, tenían en mente agrandar su negocio ganadero, pues la zona por herencia es ganadera y las condiciones son óptimas para seguir siéndolo, su idea de hacer más potreros y comprar más ganado es lo que les guiaba su experiencia como una fuente productiva segura.
Disfrutamos tanto del trayecto que a ratos no nos dió ni hambre, bueno a Orlando siempre le dio hambre, pero la misión de realizar de forma óptima el conteo, era algo que valía la pena por completo, hasta cierto punto, el avistar un ave nueva y su ilusión de llevarnos por nuevos rincones de su finca nos entretenía a todos de una manera positiva, hubo un momento en el que los conocedores más experimentados del grupo casi a punto de llorar de la emoción, nos dieron la noticia del avistamiento de un ave muy especial, pues además de ser migratoria, se encuentra en peligro de extinción y es muy raro su avistamiento, esta especie fue la Cerulean Warbler, Setophaga cerulea, y aunque acabábamos de conocerla también nos emocionamos mucho, además cuando supimos que llegó desde América del Norte, y estaba de visita como ave migratoria, lo hizo más sorprendente y especial.
Cuando terminamos el recorrido, compartimos con miradas la satisfacción de haber vivido esta experiencia, el conteo en equipo había terminado, fue la antesala a una despedida, o mejor dicho un hasta pronto. El cierre estuvo cargado de emociones y de palabras cálidas, de aprendizajes y enseñanzas, entre miradas y choque de puños, nos abrazamos desde el corazón pues la bio-seguridad no nos permitió más que eso, entonces, Linda y Orlando nos dijeron:
Gracias por venir y hacernos conocer a estas hermosas aves, nunca les habíamos visto tan de cerca, sus ojitos de colores hermosos, y sus plumas rojas que parecían unas llamitas entre las hojas, gracias porque ahora que sabemos que éste es el hogar de estas aves, no cortaremos nunca más ningún árbol, al contrario, vamos a recuperar todo el bosque que se pueda, porque queremos que más gente venga a caminar junto a nosotros en nuestra finca y que nuestros hijos valoren este paraíso que es nuestro hogar.
Fue un momento muy especial y sobre todo fue la prueba de que uno valora lo que conoce y cuida lo que ama, nos emocionamos mucho y nos despedimos con la promesa de que no sería la última vez que nos veríamos para repetir esa experiencia pajarera.
Hermandad pajarera en acción
A lo largo de 17 rutas se desarrolló el conteo, registro y avistamiento de especies de aves que a más de uno sorprendió por la belleza de sus paisajes verdes durante las largas caminatas en las que a modo de premio algunos participantes tuvieron la suerte y con mucha adrenalina mostraban sus fotos de osos de anteojos, dantas y por supuesto en otras rutas que aunque no tuvieron tiempo ni reacción para captarlos en cámara, lo contaron con alegría y sorpresa.
Los equipos disfrutamos todas y cada una de las experiencias que vivimos y fue un deleite completo el poder reencontrarnos durante la cena para contar el recorrido del día, todos guardando con un poco de celo, el número de especies avistadas, pues todavía debíamos cotejar entre los integrantes de los equipos la cantidad de especies para no omitir ninguna, pues sabíamos que la veracidad de la información era crucial en este primer conteo.
Muchos mostraban con alegría y orgullo sus fotos, otros sus historias, algunos sumaban especies nuevas en su check list y en mi caso, la mayor parte de aves nunca las había visto, así que tuve más de un lifer y era un descubrimiento completo sus sonidos, sus colores y sus nombres ¡estuvimos felices, cansados pero contentos! Me encantaría mencionar a todas y cada una de las personas que fueron parte del evento, a quienes les dedico este artículo con mucho cariño, sin embargo no quiero dejar de nombrar a las personas con las que aún sin haberlas conocido antes, derrocharon simpatía, profesionalismo, humildad y buena energía como si nos hubiéramos conocido de toda la vida, durante los pocos pero consistentes momentos de encuentro: Sandra Morocho, Andrés Paredes, Gabriel Bucheli, Karla Bustamante, Patricio Herrera, Susan Tutillo, Pedro Espinosa, Manuel Espinosa, Oswaldo Ponce, Karen Black, David Intriago, Julio Ayala, Ángel Núñez, Alfredo Meneses, Pedro Manzaba, Octavio Gaibor, Pablo Trujillo, Víctor Manitio y María Gaibor.
Último día, desconteo y clausura
Ser parte de un conteo histórico en un paraíso como el Valle del Quijos, supera las expectativas de cualquiera, anochecer y despertar con el canto de las aves son augurios de buena vida, y del último día en el que con sentimientos encontrados hemos disfrutado de nuevas amistades, experiencias de viaje, nuevos lugares que con certeza visitaremos con gente que queremos y la alegría en el corazón que sólo la hospitalidad de sus anfitriones le han dado a esta experiencia.
El programa de clausura se desarrolló en la Parroquia de Sardinas, con un clima más cálido aún y un escenario totalmente organizado para todos y cada uno de los asistentes, con las medidas de bio-seguridad aplicadas de principio a fin e incluso una pequeña exhibición de artesanías de madera hechas totalmente a mano, y una colección de piezas pétreas con importancia histórica.
Aunque sabíamos que el desconteo tomaría más de cuatro horas, decidimos compartir hasta el último momento con pajareros y nuevos amigos del lugar, gente interesada en conocer con más detalle nuestra experiencia como parte activa en las rutas del conteo, y así lo hicimos, con mi compañero de viaje en carretera, fotógrafo de aves y autor del libro «Aves de la Mitad del Mundo» Oswaldo Ponce, intercambiamos anécdotas y entre risas e historias del lugar, conocimos más de este hermoso lugar con personas que fueron excelentes anfritiones, dignos representantes del Cantón El Chaco, y del Cantón Quijos, como Paola Medina, David Zapata y muchas más personas con las que departimos el evento de clausura.
Resultados del Conteo Navideño de Aves Bi-cantonal El Chaco – Quijos, edición preliminar
El hecho de que en apenas 4 días de haber abierto las inscripciones en línea se hayan agotado, es una buena señal de que el interés en ser parte de este evento histórico fue evidente, dando un total de 101 participantes inscritos para formar parte de este evento, tomando en cuenta que fueron 17 rutas, es importante resaltar que las medidas de bio-seguridad fueron aplicadas de manera responsable durante todo el proceso.
La contribución de Guías locales, Líderes de rutas y participantes del conteo, aportaron en los siguientes resultados:
Diversidad: 268 especies de aves
Densidad Poblacional: 4403 individuos
Las especies que se destacan como raras y de alto interés para observadores y fotógrafos de aves son:
- Black and chesnut Eagle, Águila Andina
- White-capped Tanager, Tangara cabeciblanca
- Emerald Toucanet, Toucanete esmeralda
- Andean Cock of the Rock, Gallito de la Peña
- Crested Quetzal, Quetzal Crestado (Guajalito)
- Torrent Duck, Pato torrentero
- Tenessee Warbler, Reinita Tennessee
- Gorgeted woodstar, Estrellita de gorgera (colibrí)
- Chesnut-bellied Thrush, Mirlo ventri castaño
- Cerulean Warbler, Reinita cerulea
- Sword billed Hummingbird, colibrí picoespada
- Long-tailed Sylph, Silfo colilargo
- Ocellated Tapaculo, Tapaculo ocelado
- Golden-headed Quetzal, Quetzal cabecidorado
- Crested Quetzal, Quetzal crestado
- Rufous-vented Whitetip, Puntiblanca pechiverde
- Oilbird, Guácharo
- Black-collared Jay, Urraca Negricollareja
La concurrencia e interés de participantes locales corresponden a 59 participantes, logrando uno de los principales objetivos con este evento, captar el interés y empoderar a los lugareños de su patrimonio natural para la socialización de la importancia, su cuidado y difusión.
Historias de amor….. ¡por las aves!
A lo largo de casi un año he frecuentado el Valle del Quijos por diferentes razones relacionadas al turismo sostenible y actividades rurales, siempre con personas diferentes, y en toda esas aventuras, de una u otra forma, he ido conociendo a más personas del lugar, que han tocado mi corazón la gente con sus historias personales que los define y les ubica como una pieza clave en un rompecabezas, en el que uno complementa al resto.
Una de esas historias es la que protagonizan, Víctor y Dilma, un matrimonio que con paciencia, fe y mucho trabajo, ha logrado crear conciencia y motivar a toda persona que les visita, esta historia es con la que quiero concluir este artículo como si fuera la cereza del pastel.
Víctor y Dilma son un matrimonio que antes de dedicarse a proteger la vida de las aves y de todos los seres que visitan sus terrenos en la Parroquia más pequeña del Ecuador, Sumaco. Se dedicaban a otras actividades, Víctor era soldador y Dilma es hija de ganaderos, y todo cambió cuando la oportunidad tocó a la puerta de sus corazones, bastó con una clase de avistamiento de aves para que Víctor se involucre en un mundo del que no saldrá nunca y que ahora es uno de los activistas más fervientes en defensa de las aves. Claro, al principio no lo entendía, estaba reacio a aprender de estas maravillas emplumadas, pero gracias a la insistencia y sensibilidad de Dilma, hoy tienen un lugar que poco a poco han recuperado, lo que antes fueron potreros están volviéndose bosques nuevamente, y el nombre con el que le bautizaron, es perfecto: «El Concierto de las Aves», ahora saben los comportamientos de los colibríes, se han vuelto expertos y han sembrado de una manera tan firme esa pasión por la conservación en sus hijos y en todas las personas llegan a vivir esta experiencia, son un referente de que es posible ampliar una visión basada en el cuidado y la preservación de las especies propias del lugar.
Paraíso Escondido por Dilma Cadena
Dilma Cadena, tuvo una participación especial en el día de la inauguración del Conteo Navideño de aves, y a más de uno nos conmovió hasta el punto de sacarnos lágrimas, pues escuchar su cuento, era como escuchar que la naturaleza nos susurraba con voz dulce al oído hasta llegar a nuestra conciencia, a continuación el cuento de su autoría, gracias Dilma y Víctor Manitio por su amor hacia la naturaleza.
Paraíso Escondido
Por Dilma Cadena
Había una vez, en un lugar muy bonito, llamado Valle del Quijos, las flores del campo vivían muy felices, también habían abejitas, mariposas de colores que se posaban sobre las flores y en los enormes árboles.
Por supuesto habían aves, con un espléndido plumaje que volaban sin parar.
Un día tuvieron una grata visita desde Canadá, eran las aves migratorias que cordialmente fueron recibidas en este valle, las visitantes se quedaron asombradas con el recibimiento que les hicieran sus amistades, ya que, en el Valle del Quijos había mucho, mucho por disfrutar, así que, estas visitantes decidieron regresar cada año, ya que cada vez que venían, lo disfrutaban al máximo, algunas decidieron quedarse a vivir en este valle encantador.
Un día llegó un señor y dijo: este lugar es muy hermoso! me compraré la mayor parte de fincas, derribaré todos los árboles, haré unos pastizales y viviré de la ganadería, a las orillas de las vertientes miró varias orquídeas y dijo: las venderé a mis contactos, sé que me pagarán buen precio, porque están bellísimas! Lo que cuenta es el dinero (Se dijo para sí mismo), pasó el tiempo y todo se hacía realidad!
La abejita que polinizaba voló muy triste y sin rumbo, de la misma manera las mariposas y las aves, no sabían lo que había pasado, ya que, hasta la ramita en la que se posaban estaba rota y en el suelo, entonces decidieron irse.
Solo se quedó una avecita llamada Gallo de la Peña, que aunque miraba a sus alrededores, no encontró a sus parientes y amigos, por más que buscaba, tampoco encontró comida, ya que sus árboles fueron derribados, a cambio de la siembra del paso para las vacas.
Entonces voló y voló, y al final dijo: Yo también me iré, y no me importa la lluvia.
Así, el Valle del Quijos se quedó sin aroma de las orquídeas, sin mariposas de colores y nadie que nos deleite con sus melodías por las mañanas.
¡Cuidemos la naturaleza, aún estamos a tiempo!
Nunca es un adiós ¡siempre un hasta pronto!
La información recopilada durante el evento Conteo Navideño de Aves, edición preliminar, logra de forma efectiva los objetivos planteados como aporte conservacionista, además de una participación de habitantes locales y logra posicionar al Valle del Quijos en el radar de interesados en la actividades del aviturismo, fotografía de aves y estudios de conservación.
Este hecho histórico ha logrado empoderar a lugareños emprendedores que además de conocer su patrimonio natural, ha socializado sus fortalezas como destino con infraestructura y estructura apta como un destino responsable en turismo para todas las personas que deseen visitarles.
La percepción local y externa es totalmente positiva, al evidenciar una colaboración y compromiso de un trabajo comunitario en bien de un objetivo común y beneficioso para los cantones El Chaco y Quijos, así como su repercusión para sus alrededores con importancia de alternativas sostenibles y no extractivas.
Siempre será grato volver a un lugar como este y agradezco su generosidad al hacerme parte de este evento histórico, por ahora les deseo: «Feliz Pajareada» y hasta la próxima, querido Valle del Quijos.