El fin de semana pasado sábado 17 y domingo 18 tuve la oportunidad de visitar la comunidad de Gareno, una población que alberga a personas de la cultura Huaorani, población milenaria que ha sobrevivido por cientos de años dentro la profunda selva amazónica del Ecuador.

Los Huaorani de Ecuador

Esta cultura ha sobrevivido a pesar del desplazamiento que sufrieron por partes de otras culturas, de las riñas internas que dividieron la comunidad en diversos clanes, los caucheros que mataban y esclavizaban a los Huao y últimamente la invasión por parte de empresas petroleras, que irrumpen sus territorios de caza y pesca, para lucrar a través de la destrucción de los recursos naturales.

Se sabe que los primeros contactos con la civilización moderna se dieron hacia el siglo XVII aproximadamente en 1658 por parte de los sacerdotes Jesuitas, que para aquellas épocas apenas empezaban a llegar a estos territorios, sin embargo no se sabe a ciencia cierta si es que efectivamente tuvieron contacto con esta cultura o con alguna otra, ya que los detalles son escasos por decir lo menos.

Una familia Huaorani pidió que les tomen una foto, Pastaza, Ecuador | © Angela Drake

En varias crónicas y documentos se describe a esta cultura con diversos nombres Aucas, Aushiris, Shiripunos, Tiahuacunos, Cononacos; se deduce – por la ubicación geográfica en la cual fueron descritos – que se trata efectivamente de la cultura Huaorani, delimitado su territorio tradicionalmente al norte el rio Napo, al sur el rio Curaray, al este la línea divisoria del meridiano 76° y al oeste el rio Arajuno y las estribaciones de la cordillera de los Andes.

Los Conquistadores españoles y La Amazonia

La espesa y profunda selva, a la cual por primera vez llegaron los españoles en 1542, es un ecosistema que tiene más de 100 millones de años de existencia; es un ambiente con características particulares, mucha presencia de agua, sol, humedad y sobre todo el gigantismo.

Cuando Francisco Pizarro cruzo por este ecosistema, motivado por la avaricia de encontrar el país de la canela y el dorado, jamás debió haber imaginado las condiciones inhóspitas que se le iban a presentar a él y a sus compañeros de expedición; en su mentalidad europea del siglo XVI aún conservaban los antiguos mitos y leyendas de aquel viejo continente, y cuando vieron a estos guerreros de la selva, sin prendas de vestir, con lanzas y llevando el pelo largo, de inmediato su mentes asociaron a estas personas con el mito de las guerreras Amazonas, mujeres fuertes y valientes que por cuestiones de combate supuestamente no tenían senos. Por esta razón y cuando llegaron al rio más largo y caudaloso de estas tierras, decidieron nombrarlo como el rio de las Amazonas – término que significa sin senos – y posteriormente toda esta región fue conocida con este nombre, en definitiva los españoles confundieron a los guerreros de la selva con las míticas mujeres Amazonas.

La Selva Amazonica, Napo, Ecuador | ©Angela Drake

Más Sobre Los Huaorani de la Amazonia Ecuatoriana

Son los mismos integrantes de esta cultura quienes se autodenominan como Huaorani. Huao significa persona y Huaorani grupo de personas; agrupados en clanes o familias. Sus tradiciones y costumbres son muy diferentes a las nuestras; ellos conciben al mundo de manera distinta, viven el día a día sobreviviendo, cazando, pescando y recolectando frutos en la profunda selva amazónica, sin tomar más recursos de los que necesitan.

Como en cualquier grupo humano hay discusiones internas, que se solucionaban matando al jefe de la familia que había cometido una ofensa, incluida su mujer y sus hijos, para que no quede descendencia alguna. Es así que hubo divisiones internas, quedando los grupos Huaorani que conocemos en la actualidad, asentados cerca y dentro del Parque Nacional Yasuní, pero también varios grupos que decidieron no tener contacto con la civilización, y se internaron aún más en la selva, los Tagaeri y los Taromenane de los cuales no se sabe su ubicación.

Nuestra guía huaorani, Bai, busca fauna a lo largo del borde del río y nuestra guía de Quito, Cristina, traduce los hallazgos de Bai al inglés. | © Angela Drake
Acercándose al territorio Huaorani en Pastaza | © Angela Drake

Los Huaorani en el siglo 20

A inicios del siglo XX se dieron nuevamente contactos con estas personas, esta vez por misioneros evangélicos de Estados Unidos, con un desenlace trágico para los extranjeros, a los largo de los años 50 hasta los 70 se dieron varios casos de ataques y asesinatos por parte de los Huaorani, en su momento fueron considerados guerreros muy peligrosos y sanguinarios; sin embargo hay que comprender la motivación de este grupo de personas habitantes milenarios de la jungla, ellos simplemente están defendiendo a sus familias, sus territorios, su modo de vida y subsistencia, fueron obligados a defenderse con violencia, protegiéndose de los invasores foráneos a su comunidad.

En las palabras del sacerdote jesuita Juan Santos Ortiz en su libro Los Ultimos Huaorani de 1980 escrito:

El pueblo Huaorani es un grito de libertad, de coraje y de valor a través de los siglos. Es una realidad palpable de supervivencia en los medios más hostiles. En la selva ha conservado el vigor de la raza, su vieja leyenda trasmitida oralmente, sus conocimientos del medio ambiente, su respeto por las leyes que gobiernan las comunidades, el valor del hombre y la dulzura de la mujer. El Huaorani ha mantenido el concepto del valor comunitario, la educación libre y concientizada de los hijos, el respeto por el derecho ajeno, el calor del fuego y la desnudez total – física y mental – de todo trauma sicológico.

La cuestión antropológica o social si se quiere, es saber que no podemos obligar a los Huaorani a salir de sus territorios y vivir de manera “civilizada” pero tampoco podemos dejarles en el abandono total, no podemos condenarlos al olvido y la completa extinción, deben ser ellos mismos quienes decidan el destino de su comunidad.

Los Huaorani de Gareno, Ecuador con Turistas | Foto de Marco Benavides