El Museo del Cacao de Cuenca sigue pasando desapercibido. Con tantas atracciones increíbles en la ciudad -como las ruinas incas del Museo de Pumapungo y los impresionantes paisajes del cercano Parque Nacional de El Cajas-es fácil entender por qué.
Aun así, no creo que el perfil bajo del museo dure mucho más. El Museo del Cacao no es sólo una exposición estática; es una experiencia interactiva y envolvente. En parte educativo, en parte de degustación y en parte artístico, encarna todo lo que nos gusta de viajar: conocer gente nueva, aprender sobre la cultura local y sumergirnos en experiencias únicas.
Jhoana, una de las dos apasionadas propietarias del museo y la tienda, dirige la visita interactiva y la degustación. Su entusiasmo por el cacao, la historia de Ecuador y las prácticas de cultivo sostenibles es contagioso. La visita dura poco más de una hora, pero se pasa volando: podrías escuchar a Jhoana hablar de chocolate eternamente.

Visita al Museo del Cacao
Situado en el centro histórico de Cuenca, el museo del cacao recibe a los transeúntes con un sencillo escaparate que alberga una tienda de chocolate y una cafetería. Aquí puedes comprar todo tipo de chocolates y golosinas a base de cacao, o tomar algo de la cafetería y sentarte un rato. Con una vitrina llena de bombones y estanterías apiladas con tabletas de chocolate, ya merece la pena la parada.
¿Pero el verdadero tesoro? La experiencia del museo, anunciada en una pequeña pizarra junto a la entrada. Todo lo que tienes que hacer es hablar con alguien de la tienda para informarle de que te gustaría participar en una visita guiada y fijar una hora para que pueda prepararla.
A la hora programada, te dirigirás a la parte trasera de la tienda, donde un colorido árbol de cacao de papel maché, un llamativo mural y carteles educativos preparan el escenario. Hay una pequeña mesa con algunas sillas, pero la mayor parte del tiempo estarás de pie.

La historia del cacao
Jhoana empezó con una inmersión profunda en la historia del cacao de Ecuador, desde sus técnicas de domesticación y procesamiento hasta la política del cacao y su significado cultural.
El consumo de cacao se remonta a hace más de 5.000 años. Aunque antes pensábamos que los olmecas del actual México fueron los primeros en cultivar y consumir cacao, recientes pruebas arqueológicas sugieren que esta práctica se originó en la Amazonia ecuatoriana.
Hoy, Ecuador es conocido por producir cacao fino de aroma, una variedad de alta calidad apreciada por su complejo perfil de sabor. Durante décadas, el país exportó principalmente cacao crudo poco procesado. Pero en los últimos años, Ecuador ha desarrollado una industria chocolatera artesanal, haciendo hincapié en la producción «del grano a la barra» y en marcas de chocolate ecuatoriano de alta calidad como Pacari.
Este cambio refleja la misión del Museo del Cacao de mostrar la excelencia chocolatera de Ecuador a la población local y al mundo.

Cata de cacao y chocolate
Mientras aprendíamos sobre la historia del cacao, Jhoana nos dejó ver, tocar y oler las habas de cacao para que comprendiéramos las primeras etapas de su procesamiento. Nunca había visto un grano de cacao crudo y me sorprendió su exterior blanco brillante y viscoso, y su interior de color púrpura intenso.
Tras la fermentación, el secado y el tostado, los granos se transforman en algo mucho más familiar: marrón oscuro, seco y fragante. Como aperitivo de la próxima degustación de chocolate, Jhoana nos preparó un té de cacao, un guiño a la importancia de utilizar cada parte del grano para minimizar los residuos. El té era ligero y ligeramente dulce, con un sutil sabor a chocolate. Me gustó tanto que compré un poco para llevarme a casa.
La última parte de la visita nos llevó arriba, a una luminosa sala de degustación. Nos reunimos alrededor de una mesa con platos de chocolate artesanal, todo hecho en la propia empresa. Aquí, la atención se centra en el propio grano, por lo que todo es chocolate negro, sin leche añadida.
Probamos bombones rellenos de sabores como fruta de la pasión y mora, junto con una bebida de chocolate espeso y amargo diferente a todo lo que hayas probado en EE.UU. o Europa.

Chocolatería y cafetería
Después de la visita guiada, pasamos un rato en la chocolatería, eligiendo golosinas para llevar a casa (o, seamos realistas, para devorarlas en cuestión de horas). Yo elegí unos bombones rellenos de mermelada, té de cacao y nibs de cacao, ¡pero había muchas más opciones para elegir! En la tienda, también puedes pedir una bebida para tomar a sorbos y pasar un rato.
Cómo visitar el Museo del Cacao en Cuenca
Reservamos la experiencia del Museo del Cacao por capricho, y acabó siendo una de las mejores cosas que hicimos en Cuenca. Aquí tienes todo lo que necesitas saber para visitarlo en tu próximo viaje:
- Horario de la chocolatería: Abierto todos los días de 10 a 19 h
- Degustaciones y visitas: Disponibles de 10 a 13 h por 7 $.
- Dirección: Juan Jaramillo 6-26 y, Cuenca, Ecuador
- Haz una reserva a través de Instagram o WhatsApp: +593-979284746
Museo del Cacao
Aunque tengas poco tiempo, siempre puedes pasarte por allí para tomar un chocolate rápido. Pero si tienes tiempo, ¡la visita completa merece la pena!
Autora invitada y escritora de viajes, Victoria Wilson
Victoria es una creadora de contenidos sobre viajes afincada en Austin y fundadora del blog Nomad No Problem. Su pasión es animar a los lectores a salir de su zona de confort y abrazar una vida llena de aventuras. Victoria ha vivido en varias ciudades y países, incluida Argentina, de donde procede parte de su familia, y sus diversas experiencias alimentan su forma de contar historias. Le gustan tanto las aventuras casuales, como el senderismo, el rafting y el submarinismo, como explorar las calles de las ciudades, los museos de arte y saborear la cocina y el café locales.

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